Las primera mitad del siglo XX significó para la poesía latinoamericana un cambio fundamental en su calidad expresiva. Novedosas formas de métrica lírica, renovación del lenguaje poético, la incorporación de nuevos temas basados en la realidad concreta y social, determinaron una nueva época en la estética poética latinoamericana. La Vanguardia había comenzado, dejando atrás la clásica poesía influenciada por la métrica española y europea.
Rasgos principales del vanguardismo literario.
Ruptura de las relaciones de causalidad y del concepto tradicional de espacio y tiempo, con lo que surgen en estos poemas mundos fantásticos y caóticos con imágenes fragmentarias, sorprendentes, contradictorias y absurdas.
El instrumento creador de estos mundos autónomos es la fantasía a través de la palabra, a la que se concede un valor mágico y demiúrgico que transforma los objetos en ideas y esencias (poesía pura) y que evoca contenidos misteriosos a través de la sugestión fónica del lenguaje poético.
Culto a la imagen creada y a la metáfora insólita.
En cuanto a los géneros cultivados, la poesía lírica es predominante; también se crea una prosa vanguardista en narrativa
"El lenguaje poético quiso ser más auténtico, más cercano a la realidad. Quiso expresar mejor la identidad regional americana y las identidades de cada país. El idioma, no se deformó para transformarse en jergas localistas, sino que se nutrió y creció, gracias a los aportes de las palabras del indio y del negro, del obrero y del campesino"
Nombres como Vicente Huidrobo, José Luis Borges, Pablo Neruda, Juan Gris representan este original movimiento literario y poético. Pero más aún, existe Cesar Vallejo entre ellos, aquel que es considerado como el más (1892-1938) revolucionario, capaz de audacias linguísticas y figura capital de la poesía latinoamericana del siglo XX, el peruano César Vallejo.
Algunos exponentes son:
Manuel Puig
Manuel Puig nació en General Villegas, Provincia de Buenos Aires el 28 de diciembre de 1932. En 1946 se trasladó a Buenos Aires para empezar como pupilo en la escuela secundaria. Comenzó por entonces su temprana fascinación por el cine, asistiendo regularmente a las "matinées" de cine de los domingos. En 1951 inició sus estudios en la Facultad de Filosofía y Letras. Viajó luego a Roma, en 1956, con una beca para estudiar dirección en el Centro Sperimentale di Cinematografia. Pasó luego por Londres y Estocolmo, donde enseñó españole italiano, trabajó como lavacopas, y donde escribió sus primeros guiones para películas. Entre 1961-1962 trabajó como asistente de dirección en diversos filmes en Buenos Aires y Roma. En 1963 se mudó a New York, donde comenzó a escribir su primera novela La traición de Rita Hayworth, terminada en 1965. En diciembre de ese mismo año la novela fue finalista de Premio Biblioteca Breve de la Editorial Seix Barral, y más tarde, en 1969, fue proclamada como la mejor novela del período 1968-1969 por el periódico "Le Monde". En 1967 regresó una vez más a Buenos Aires para comenzar a enfrentar sus problemas con la censura. Después de publicar Boquitas pintadas, convertida inmediatamente en "best-seller", apareció en 1973 su tercera novela: The Buenos Aires Affair. Después de repetidas amenazas telefónicas, Puig abandonó la Argentina para establecerse en México, donde terminó El beso de la mujer araña en 1976. En 1981 se radicó en Rio de Janeiro, Brasil. En 1985 hizo la adaptación para cine de El beso de la mujer araña, filmada por el argentino Héctor Babenco. En 1988 apareció su última novela, Cae la noche tropical. Un año después abandonó Brasil para volver a México, estableciéndose con su madre en Cuernavaca. Es en esa ciudad donde Manuel Puig murió, el 22 de julio de 1990. Dejó inconclusa su novena novela: Humedad relativa: 95%.
Entre sus obras:
Novelas:
Teatro:
Bajo un manto de estrellas (1983), El beso de la mujer araña (1983, versión teatralizada), La cara de villano (1985), Recuerdos de Tijuana (1985).
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